EXTINCIÓN DEL CANTE?? DÓNDE??
Corrían los años 70, cuándo Juan Peña el Lebrijano, ese gitano rubio y de ojos claros, grabó para la posteridad un cante de su propia cosecha al que llamó Galeras. Basado en el exilio de los gitanos y fatigas que este pueblo ha pasado a lo largo de los siglos, Juan se atrevió a sentenciar al Juez Mateo Alemán (según texto de Felix Grande) que era quien llevaba a las galeras Reales a los gitanos y dejarlo para la historia como el pérfido comendador a quien el dedo acusador tachará de malvado.
En un pasado no muy lejano, el público pedía a Juan que cantara sus galeras, y así lo hacía….recital tras recital, festival tras festival este cante entre romance y nana, tientos y tangos, brotaba de la garganta del de Lebrija para regocijo de los asistentes.
En este mismo trabajo llamado persecución (una obra de arte en todos los sentidos), el Lebrijano también nos presentó su cante caravanas nacido de la misma necesidad de hablar de su pueblo, pero por desgracia ninguno de los dos se ha perpetuado en el tiempo…….o no……
Y cuando digo que no lo digo con la boca llena……aún no se he dado por extinto ese cante, todavía me emociono cuando en boca de mi amigo Rufino Martos y el toque preciso de Pepe Roldán, Juan Peña se pasea por Castro cantando sus Galeras. He de reconocer que la primera vez que escuché a Rufino hacer este cante, me quedé sin sangre en las venas y mi emoción fue tal….que una lágrima furtiva recorrió mi mejilla.
Sirva como homenaje a los creadores flamencos y al pueblo gitano, al igual que a quien es capaz de conmover al personal que tiene al lado cuando en un destello de flamencura Rufino entona su cante…….y al comendador…..que le den fuerte y flojo.
Un abrazo flamenco.